Entre flores apagadas

 


2002 10 21

 

Entre flores apagadas

sucumbí al encanto del despechado,

escuché el silbido

de los búhos hambrientos,

del vientre inflado

de los sin techo;

dejé abierta una ventana

que no abría hace tiempo,

acompañé de la mano

a la sinrazón,

que se escapó como

gato en celo

en busca de su despecho…

Entre arrepentido y orgulloso,

entre cardo y pétalo al viento,

un cosquilleo que aún dura

como el veneno

en la garganta del sediento

 

 

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