2024 04 20 Hoy he trabajado seis horas, y he jugado el penúltimo partido de baloncesto de la segunda división senior provincial de Valladolid. Hoy he pasado, al volver del partido desde Villanubla, de 6666.6 kms desde que compré mi último coche de segunda mano (un Renault Megane ranchera negro). Me he tomado unas patatas con dos cervezas con limón con compañeros del equipo, y desde hace días he publicado 1000 entradas en el blog. Acabo de terminar de organizar los documentos del ordenador, para tener los menos posibles. Pero entre repetidos, mal titulados, y demás… tengo aún (…) (ahora mismo os digo, voy a mirar las propiedades de las carpetas, y deciros exactamente el número) 22011 archivos. De los cuales, por una regla que me he inventado yo serán unas 1474.6 entradas a mayores… Desde el año 1994. Es fácil ahora la cuenta. 2474.6/30 es igual a 82.5 entradas por año. Por lo tanto, cada 4.42 días (periodo) he escrito alguna barbaridad. En esta última ocasión,...
Una madre palestina Y un día encontró la paz quien no la quería mientras tú sin sufrir la buscas… No lo envidias, no es esa paz irremediable, eterna e incomprendida que sacude la estabilidad y derrota todas tus defensas. Es otra muy distinta que ella ya disfrutaba, que ella merecía, que ansiaba ver en su hija, detrás de aquella sonrisa perenne que en el campo de batalla exhibía. Su deseo es el mismo, ahora que forma parte del recuerdo en su último suspiro, soñó en su paz la paz de sus seres queridos, y hoy su alma ilumina con más fuerza esa paz interior que ansío me ilumine por los siglos. 2024 04 21 Con ligeros retoques a última hora… Una madre palestina se podría titular. Si lo piensas cuadra. La que otros buscamos, la llamamos mindfulness, y mierdas de esas… Al final, lo natural: la paz que busca una madre para su hija; ese tipo de paz es la que buscamos y en estas circunstancias tan...
2024 04 14 Es triste escuchar las noticias de última hora de un domingo por la mañana, y ver que la preocupación geopolítica es más importante que las víctimas y damnificados de esos ataques. No he vivido una guerra, no estoy seguro de no llegarla a vivir. No hay trincheras para esconderse de los intereses proclamados por algunos. Quizás ese paso al lateral no sea el correcto, pero lo de los pasos al frente, sin pisarlo ni de lejos, con las espaldas cubiertas… No me da miedo, me da asco. Esos gobernantes que hablan desde sus atrincherados despachos a prueba de balas, desde sus atriles resguardados por francotiradores… Tienen la empatía de un juanete en el pie izquierdo de una flamenca en la Feria de Abril frente a los bombardeos entre iraníes e israelitas. La culpa no es de nadie, el ser humano necesita un acantilado rocoso y virulento, para desacelerar los conflictos bélicos… Desde Trump, hasta el vecino del segundo A. Mientras, nos conformamos con un gol al...