Sólo palabras
2010 08 06
¡Ah, la felicidad no está en el conocimiento,
sino en su adquisición!... Saberlo todo sería la
maldición de un demonio.
Quizás por eso pienses que me gusta conquistar
con mis palabras y situaciones extremas…
Quizás por eso me mirabas con tus ojos
cual rayo láser que me atravesaba…
Quizás me guste que me mires así siempre,
quizás tenga que conquistar tierras nuevas
cada mañana, cada tarde, cada noche…
En tus labios, en tus orejas, en tu cuello,
en tu barbilla, en tu pecho, tu vientre,
tu ingle, tus piernas y tus pies…
Quizás tenga que renombrarlos a todos
con mi verborrea zamorana y filosófica…
Quizás por eso elegiste un poeta tímido
y no un escritor de best-seller…
Quizás te guste atravesarme con tu veneno
cada mañana, cada tarde, cada noche…
Quizás ese día no llegue nunca
y con cataratas en tus preciosos ojos
acabes con mis huesos incinerados
en una tierra que no conocemos,
en un cielo no visto aún…
¡Fíjate lo que nos queda por conquistar, cariño!
Cada palabra: un mundo.
Cada rincón en el cuerpo: un galaxia.
Edgar Allan Poe: “El poder de las palabras”