Y no se deja querer con razón
2011 06 01
Y no se deja querer con razón.
La hiperactividad mezclada con la desesperanza,
el goteo implacable de mi nervio,
el sofoco de una cama que quiero deshacer
y no cambiar las sábanas nunca…
Encuentro la calma, la serenidad,
el punto justo del Nirvana,
sólo en su cuerpo desnudo; es cuando calmo,
en el terreno acotado por su almohada,
donde debería buscar el orgasmo sin descanso…
busco allí la eternidad, el silencio,
el jardín japonés inhabitado. Sosiego.
Y se deja querer de otoño a invierno
con su pasmosa habilidad para enviudarme en vida,
su espantosa manera de adorarme en sueños
y olvidarme cuando el sol aprieta…
y como el viento huracanado,
deja arrasado el jardín de flores
y el techo, sin cimiento; tomando el sol
cuando más frío hace…
en mitad
del invierno.