CP MM Segovia

 


XI MEDIA MARATÓN DE SEGOVIA

Fecha: 2017 05 21

Hora de salida: 10:30

Distancia: 21000 metros (aprox)

Tiempo: 01:44:38

Puesto: 506 de 1993

Dorsal: 58

Categoría: 493 Masculino

2017 05 22

¡Ella no quería! El sábado a eso de las 10 de la noche, volviendo de un cumpleaños espectacular, me escribía diciendo que no me llevaba, que la dolía todo, que se iba a retirar. Yo tuve que dejar el coche donde se celebró el cumpleaños, porque ahora te llevan a la cárcel si bebes y conduces. Dormí mal y poco, a la hora acordada para viajar a Segovia, ella andaba en la camita…

Un mal despertar, muchas dudas pero al final a las 8 y 10 salimos de camino a Segovia.

Mi cuerpo estaba para pocas alegrías, los excesos del día anterior pesaban en las piernas y en la cabeza. El viaje fue ameno pero nada más llegar, un bochornazo que hacía palidecer el acueducto auguraba deshidratación al kilómetro uno. Que calores, que pesadez de todo. El cuerpo expulsaba como podía los excesos… con arcadas incluidas.

El agua fue mi mejor compañera hasta el pistoletazo de salida… más vale prevenir que curar.

Urbón y su familia corrían con nosotros, el ambiente se fue apoderando de mi cuerpo. El año pasado no pude correr esta carrera por que aún estaba muy reciente mi rotura de escápula. No podía perder esta oportunidad. Éramos pocos conocidos pero supongo que no necesitaba más, mejor así, sin presiones ajenas.

Salimos después de que los paracaidistas aterrizaran más cerca de las ambulancias de lo que ellos hubiesen querido y tras el cañonazo de rigor.

Nos fuimos abriendo paso hasta coger el ritmo, sin forzar pero cómodo.

El primer tramo era lo más feo del recorrido, pero lo hice ameno animando al personal con mis bobadas a voz en grito, la gente hablaba de regular que luego venía lo duro. El primer avituallamiento, sin demasiados problemas. La temida deshidratación por el alcohol ingerido por mi cuerpo, aguantaba. Entrabamos en faena, los adoquines y las estrecheces del casco viejo esperaban sosegados. En la orilla del río en una zona llana y muy bonita, bajamos el ritmo todos. El calor y el polen hacían estragos, luego venía la subida dura, había que descansar.

Justo antes de empezar la subida al Alcazar un avituallamiento necesario. Paramos, bebimos y pa´lante. La subida a la sombra de grandes árboles la hicimos estupendamente. Ritmo constante y siempre con una sonrisa en la boca. El ambiente era espectacular y yo le acrecentaba. Mis gritos de ánimo al público y a los corredores no cesaban. Entramos al Alcazar y vuelta para abajo…

Mis pies estaban un pelín doloridos de tanto adoquín pero no sufría, seguía sonriente y animando. Quedaba el último tercio de la carrera y sólo quería sentarme ya de una pajolera vez. Apreté un poco a partir del 18, dejé a mi compañera de equipo muy a mi pesar y dejé de animar.

No me apetecía, pero ella insistió. Pensando en Valdecebollas, no debía subir el ritmo. Pero bueno, apreté y con cero ganas llegué a la meta.

Explico lo de cero ganas. Delante de mí, un papá sacó a sus 3 hijos y taponó la llegada 200 metros antes de llegar a meta.

Lo siento mucho. No, rotundo no. Eso lo haces en la popular de mi pueblo y si te dejan. Yo no iba fuerte, iba normal para llegar y sentarme, que ya tenía ganas de ello. Pero el papá y su familia me hicieron parar en seco… y entré andando los últimos 50 metros.

Lo siento, pero no. Eso de agarrar de la mano a tus hijos lo haces en una carrera en el parque con ellos y emulas la entrada en meta. Tú y tu familia. Sin molestar a nadie.

Os puedo asegurar que estoy siendo delicado y no voy a entrar a saco en el tema.

Me dieron la medalla y esperé a mi compañera. Un minuto escaso. Sin más, directos a animar, esperando a Urbón. El ambiente era precioso. A todos los pucelanos les animamos enérgicamente… después el bajón. Tirados en el césped, haciendo que estiramos. Fotos de rigor y a comer en una terraza pegada al Acueducto.

Una mañana fantástica, inesperada y llena de sonrisas.

Una carrera dura, con una ciudad entregada y bellísima.

La media maratón más dura que he corrido hasta ahora, pero vestido de amarillo, está comprobado. Todo es más fácil.

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