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Mostrando entradas de abril, 1997

Necesito aferrarme

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  Necesito aferrarme Al olvido del recuerdo Para saber el color De las amapolas que veo. Hoy son blancas A mi alrededor Todos las ven ungidas En sangre humana. Al olvidarme, pierdo La monotonía otoñal Que otras jornadas Me atolondró en el letargo. Letargo que hoy es vida Mientras otros duermen Despierto a la aurora De un   tiempo pasado, Quizás el tuyo y el mío, Quizás uno escondido Aún no vivido nunca Por los siglo de los siglos             Amén                           11-Abril-1997  

Desprendes un aroma

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  Desprendes un aroma Nítido como la roca, Etéreo como el agua. Penetra en labios Impenetrables hasta hoy. Penetra, se hunde Impregnando sus lilas, Clavando impunemente Su perfume en las orillas Del humano cuerpo, Que inocente, divaga En el aura que perfilas… Sucumbe, se derrota, Exhala y muere…                           11-Abril-1997  

Entrégate a la dulzura

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  Entrégate a la dulzura De tu viril episodio Que no volverá hacia atrás Entrégate con dulzura A aquel chaval huidizo Que un día te miró Entrégate a ti misma Todo el jugo de la niñez Que llevas dentro Entrégate a ese corazón Que en las tardes calurosas De verano me mostraste Entrégate a tu vida Un día, no muy lejano Goteará sobre mí Su irresistible perfume.                           4-Abril-1997  

Llegó la hora de la partida

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  Llegó la hora de la partida Y yo aún sin besarte. Tu mirada lejana, sola Refunfuñaba una brisa alentadora Tus labios finos, peligrosos, Gritaban al palpitar venenoso. Una esquina a media luz, Una soledad mal intencionada, Ese oscuro lecho, mimoso, En el cual florecer la locura. Llegó la de la partida Y yo me fui sin besarte… Por miedo a perder la cordura.                           4-Abril-1997    

Soñé en la penumbra

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  1997 04 04   Soñé en la penumbra de mi pequeño cuarto con   tus brazos ahogando mi henchido pecho.   Soñé en la penumbra con tus ojos grises, amarillos o verdes; ya no recuerdo… estaba tan oscuro   Soñé que tú me soñabas en tu cuarto oscuro, desnuda, tendida en la cama tapada con un velo blanco.   Soñé que hoy te veía, te besaba en la cama, te entregabas enamorada; tu cuerpo y mi alma levitando.   Soñé intensas pasiones, donde no caben impresiones tan sutilmente reales como una caricia, un beso.   Soñé que tú me adorabas mientras yo sólo creía en una tarde de violenta y mágica poesía.

Supliqué al cielo

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  Supliqué al cielo Una mujer hermosa Con cabello vivo Avispados ojos Sonrisa del tacto de la nieve Con tez luminosa Y un suspiro Que rompiera las olas. Supliqué al cielo Un huracán, un terremoto Que me guiase A su centro voluptuoso, Ardiente, impertérrito; Un terremoto que organizase Mis sentimientos en uno solo. Supliqué al cielo Tantas cosas… Que me respondió lloviendo Pétalos de rosa…                             4-Abril-1997