La búsqueda de la felicidad

 


1997 05 07

Había una vez un joven que no sabía lo que era la felicidad. Se documentó con libros especializados encontrados en grandes bibliotecas, escuchaba conferencias sobre el tema, impartidas por ilustres magistrados; escuchaba también a personas que, por todos es pregonado, son los entes humanos más rebosantes de ese don; vio documentos impactantes y electrizantes sobre el tema en cuestión. Buscó y rebuscó por los lugares donde todos, hasta los más desgraciados, habían encontrado la felicidad…

Dos, casi tres años que pasaron en busca de la luz que iluminara la respuesta a tan fácil -aparentemente- pregunta… ¿Qué es la felicidad? ¿Puede tener hora o fecha? ¿Se puede haber sido capaz de esquivarla adrede?...

No sé si me estaré equivocando al responderte: Que es verdad que hay que buscarla, que no hay que rehuir de ella, que tiene su hora con su día correspondiente, que tiene su momento… No sé si me estaré liando demasiado, sólo sé que ese joven – que ahora escribe esta memez – encontró la respuesta… Y la practicó tanto que quizás sea ahora él, el que enseña sobre el tema que nos ha dado para llenar medio folio en blanco.

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