Mil y una entradas
2024 04 20
Hoy he trabajado seis horas, y he jugado el
penúltimo partido de baloncesto de la segunda división senior provincial de
Valladolid.
Hoy he pasado, al volver del partido desde
Villanubla, de 6666.6 kms desde que compré mi último coche de segunda mano (un
Renault Megane ranchera negro).
Me he tomado unas patatas con dos cervezas con
limón con compañeros del equipo, y desde hace días he publicado 1000 entradas
en el blog.
Acabo de terminar de organizar los documentos del
ordenador, para tener los menos posibles. Pero entre repetidos, mal titulados,
y demás… tengo aún (…) (ahora mismo os digo, voy a mirar las propiedades de las
carpetas, y deciros exactamente el número) 22011 archivos. De los cuales, por
una regla que me he inventado yo serán unas 1474.6 entradas a mayores…
Desde el año 1994. Es fácil ahora la cuenta.
2474.6/30 es igual a 82.5 entradas por año. Por lo tanto, cada 4.42 días
(periodo) he escrito alguna barbaridad.
En esta última ocasión, no he escrito desde el día
14; lo cual me baja la media.
Hoy estoy cansado, y no tengo ganas de mucho más.
Quizás sea por aquello del ajetreo del último mes, quizás sea por el cabreo
poco solapado contra el concepto de baloncesto que el entrenador nos impone
para ganar de 4 de 23… Se me acaba de subir el isquiotidial de la pierna
derecha… no he soltado el cigarro.
Seguiré leyendo mis cosillas para entender más aun
la sinrazón judía, iraní y cristiana-occidental.
La valentía del ser humano es abrumadora en las
Naciones Unidas, mientras hay millones de personas que no duermen a diario por
temor a ser bombardeados…
Pero igual con una crema que me compré ayer en el
supermercado, se me pasa lo de la pierna, y puedo descansar tranquilo. El
cacahuete frito no ha hecho el efecto esperado, puede más el alquitrán.
La función por hoy se ha terminado, mientras en
Neox un capitán es el último en abandonar un barco torpedeado por un submarino
enemigo…
Siempre hay un enemigo, no sé cómo nos las apañamos
tan mal los seres humanos…
Mañana más. Es domingo, día del señor, y por eso no
trabajamos.