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Mostrando entradas de febrero, 1998

Escapé de tu escondrijo

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  Escapé de tu escondrijo Y a la vuelta de la esquina Volví a caer en la red Que tendiste especialmente para mí. No sé si podré huir Un día para siempre de ti, Sólo sé que no soy tuyo, Que me pierdo en tu interior, No conozco tus secretos, Cerca de ti, no soy yo.                             27-Febrero-1998

Desencadenas un terrible

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  Desencadenas un terrible Maremoto de sensaciones Que desvanece mi razón Entre ríos turbulentos De mezclados arco-iris Que iluminan raramente El final de la caverna Abduciendo en mi alma Tierno relámpago Que anestesia mi corazón En cierto pecado.                                        27-Febrero-1998

El sujeto por antonomasia

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  El sujeto por antonomasia Creo verle detrás de tu mirada, Atrapada en las pestañas enormes Que balancean mis sentimientos Acompasadamente.   Precisamente en el temblor De tus finas manos blancas Le encuentro, en el momento En que mi tierna caricia Te atrapa.   Creo haber encontrado Lo que los sabios buscaban Más allá del universo, Al limbo de tus labios, En tus besos.                               17-Febrero-1998

Desprendes una llamada

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  Desprendes una llamada Que deliciosamente atrapa Mi mirada entre rosas, Campos de amapolas Llenos de espigas verdes Que dejan correr Mi imaginación a través De las olas altas Que me llevan hasta ti Desesperadamente, honrosamente, Perdido entre tus brazos, Tus ojos, tus pechos, tus piernas Que me llevan a alcanzar La apoteosis orgásmica del placer, La alegría y las ganas de vivir Eternamente junto a ti.                                          17-Febrero-1998

Crees que puedes

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  1998 02 16   Crees que puedes abandonar la alegría de vivir en soledad lejos de la monotonía, de la tranquilidad de tu propio ego.   Crees que al vivir acobardado en la nube oscura de tu cuarto no afectan los festejos mundanos y banales de los acompañantes   ¿Pero no ves tu cara llena de arrugas, apagada entre nubes grises y tormentosas?   ¿No ves la cobardía que desprecia a tus homónimos acompañantes?   ¿No ves los ojos tristes de esa niña ahogados en lluvia fina?      

Decidí abortar la semilla     

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  1998 02 02     Decidí abortar la semilla                                 que un día cuidé con sumo cariño.   Acabó el sueño perenne de vivir entrelazados millares de sensaciones.   Cual otoño que sobrevuela las copas de los árboles se perdieron mil ilusiones; mas, tus ojos brillaron aquel día más que nunca.   Llegó el verano y con él las ilusiones   …   Desde entonces soy feliz al arrullo de tus ojos. La pasión torno inocencia; los besos cariñosos elogios; las caricias a ternura… Eternamente tuyo. Ángel