Roma
2005 09 17
Ahora mismo veo nubes que hacen de suelo. Es la
segunda vez que vuelo, hoy de vuelta a Madrid, sin esperar nada a cambio. No
entiendo por qué no me emociono, no entiendo por qué casi todo me da igual.
Bueno, empecemos otra vez…
Ayer salí de la cuna de la civilización donde el
pasado puede con el presente, hasta donde han llegado mis ojos a ver. La
tecnología está al servicio del recuerdo, cualquier tiempo fue mejor… Me gustó,
me gustó enormemente ver una ciudad ajena al trajín que supone… ¡Mierda! ¡Es
mentira!
Roma estaba infectada de contaminación que
ennegrece su Coliseo, su Vaticano… Roma tenía que ser distinta. Tenían que
haberla dejado intacta, - todavía están a tiempo-. Qué grande sería sacar a la
luz toda su grandeza. No molestarla con vías que no fueran de adoquines
desgastados, columnas resquebrajadas inundando cada paso.
Pero tuvieron que poner salidas de metro,
semáforos, vallas publicitarias, brea y cinquecentos y vespinos por doquier…
Lo siento, pero me ha decepcionado; prefiero los
documentales de la 2 que la muestran en todo su esplendor; aunque no niegue su
encanto para el paseante momentáneo.
De esta experiencia hace casi veinte años… No la he
vuelto a visitar.