2011 08 23 Es insoportable oír cómo se queja la gente de la situación y no callarles… yo, que por mi trabajo; tengo que escucharlos (soy camarero). Aguanto la tempestad con un par de flotadores puestos cada mañana… Cuando no tienen dinero para una caña, no lo tienen para dar de comer a sus hijos, cuando no, para irse de vacaciones o para cambiar el coche que se cae a cachos. Esta mañana después de una caña y un paquete de cigarrillos escucho con paciencia a un señor de unos 40 y pico años, que dice ser de Benavente, que su mujer trabaja en el Insalud, que la va a recoger a la estación que viene de Salamanca, que dice que va a trabajar mañana cerca del bar, para pedirme al final 10 euros para un poco de pan y leche… Le digo, con educación; que como comprenderá, no es mío el bar y no voy a tocar la caja… insiste en que si estoy ahí a las seis me lo devuelve que ha quedado con sus jefes y le pagan… le explico, amablemente, que sólo soy camarero y haciendo un esfuerzo le ofrezco ...