Otoños
2011 11 23
Al ver la savia secar,
sonrío, para dar el empujón
que acerque el hidráulico
al pistón conveniente
que haga fluir su líquido.
No me acerco demasiado,
no arrimo mi hombro,
sólo sonrío de forma natural.
Parece que el ambiente
adopta otro sentido,
las hojas secas no se barren
antes de admirarlas
e inmortalizarlas en un suspiro.
Las hojas secas así,
se palpan con la humedad
y la belleza que siempre
han mantenido…
Es sólo el comienzo
de otro día con sentido,
con la inexplicable reacción
de una revolución insólita.
Es únicamente que la savia
necesita mudar de esfera,
es sólo un aviso previo
antes de renacer…
Por eso me siento,
te
escucho
y sonrío
con el inmenso placer
que supone para mi