Ya-ves-truz…

 


2019 12 19

 

Ya-ves-truz… Pues no acaba tan mal el año. Cesta de navidad regalada a mis padres, mi hermanita en casa hasta después de su cumple, clásico navideño en la mejor compañía, sin pisar por el gimnasio en el último mes por una muñeca abierta, un codo de tenista y un talón defenestrado, pero empezando a correr en las carreras populares de siempre… ¡Fetén!

 

Poco a poco y gracias en gran medida a la compañía de mi amigo Jose Manuel no he dejado totalmente de lado el deporte en equipo.

 

Y sí, correr para mí es deporte de equipo. Sino no lo practicaría. Omitiendo a tres runners (de género femenino) que hicieron de tándem perfecto en diferentes momentos de mi acercamiento al mundo del running. Siempre el componente equipo, ha formado parte de mi afición al running.

 

Y digo running, no porque sea moderno (de pueblo) sino porque soy millenial en esto de correr. Y como buen millenial acudo al vocabulario creado por nuestro mundo.

 

A lo largo de este año, irán apareciendo muchas de las carreras en las que he disfrutado (que nunca, competido) con la esperanza de que mi motivación para que mi lesión de talón desaparezca, se vaya renovando si es que en algún momento flaquea.

 

Si me seguís, este año a pesar de correr unas veinte carreras, ha sido de los menos prolíficos por una lesión que no hemos acertado a solucionar entorno a mi tobillo izquierdo y aledaños. Después de verano me quité del trailrunning, que es lo que más me gusta; por ese motivo.

 

Tomé la decisión, después de un verano de reflexión y dolor exagerado, de no apuntarme de nuevo al equipo CD Solorunners Valladolid para con ese acto, frenar el ímpetu que me empuja a no parar quieto sentado o tumbado un domingo en el sofá.

 

Mi naturaleza es dada a no parar quieto: A hacerme un esguince el domingo y el miércoles estar entrenando al baloncesto a los catorce años. A operarme de la rodilla en abril y dejar las muletas antes de mayo a los veinte. A darme un lumbago el jueves y correr un domingo un trail de veinte kilómetros tan campante a los cuarenta. A acabar una carrera en la ambulancia torciéndome el tobillo y al fin de semana siguiente meterme otro trail de 20K por la sierra de Madrid cojeando hasta llegar a la línea de meta por mis santos cojones, el año pasado…

 

Todo esto me ha llevado a un dolor perpetuo en el talón. Insufrible en el día a día (en el trabajo) más que después de una carrera. Este año he tenido carreras que no he soportado el dolor y he tenido que parar (prácticamente todas las que han pasado de 10K) pero creo (sino me falla la memoria) que no me he retirado en ninguna. Sólo una, de cuyo nombre no quiero acordarme, la pena es que fue en Zamora.

 

El caso es que esta entrada es para advertiros que saldrán mis carreras pasadas, a parte de las que vaya corriendo.

 

Entre agosto y septiembre las fui programando según la fecha que ocuparon en el calendario. Esos meses fueron los que me llevaron a parar. Médicos, consultas, fisios y consejos de todos mis amigos y conocidos me llevaron a frenar en seco y mi tiempo de “entrenamiento” lo ocupé en hacer visible con la programación de estas entradas; que el deporte en equipo es lo que más me gusta, a parte de sentarme y escribir o diseccionar un poema o reflexionar en alto en mi blog.

 

Sin mis carreras, yo que soy un chandalero, no alcanzo a soportar un nuevo año entero.

 

Mi propósito para este año, si es que se puede llamar así, es volver a disfrutar a partir del kilómetro 42… Porque encima, mi madre ayer me recordó que ya estoy por encima de ese dígito en mi cumpleaños el año que viene y por mucho que se ría de mí, puedo con eso y con menos…

 

En verano me dije precisamente que para esas fechas de celebración de mi natalidad, ya estaría saltando por los montes. Cuatro meses después, osea hoy, no lo veo factible. Por eso mis publicaciones y mi propósito por escrito en mi blog.

 

Quizás una maratón de montaña no sea posible pero una media… Espero que sea así. Espero tener el valor de tomar TODAS las medidas necesarias para que mi propósito llegue a buen fin. Por supuesto rodeado de abrazos de buenos amigos, que son el mejor entrenamiento y motivación posible para alcanzar cualquier propósito que uno se ponga.

 

Por mí y por todos mis compañeros…

 

Buen fin de semana a todos…

 

Ahora, os sigo leyendo.

 

2021 06 01

 

No ha cambiado nada y ha empeorado. Mi talón a pesar de cuidados, taloneras, fisioterapeutas, ondas de choque y médicos; sigue en dique seco y creo que ha sido el culpable de mi baja más larga en el trabajo desde que me caí de un poste de la línea telefónica y me rompí el omóplato o escápula derecha hace ya cinco años en Asturias.

 

De esa caída, para otros, mortal; yo en mes y poco me incorporé al trabajo. Mañana tengo que volver a ver al médico a mi segunda revisión de la baja y sigo cojeando ostensiblemente, a pesar de estiramientos, pastillas y reposo. La zona lumbar, la escápula, el soleo y el gemelo izquierdo se siguen colapsando a ratos; la zona derecha si intento hacer vida normal, exceptuando el trabajo, se ve resentida y me manda sus alertas. Las vértebras en la zona del cuello me dan descargas eléctricas que se me van para los brazos. Un auténtico cuadro, cubista, por supuesto.

 

Si ya en 2019 me quejaba y adecuaba mi ritmo de vida por ello. Imagínate dos años después.

 

Bueno, vamos a ser positivos. Que siempre lo he sido en temas físicos. Aunque hoy me haya levantado a la una y pico y ya definitivamente a las seis.

 

Por si alguien no lo usa así. Mi blog, escribir en general, ha sido mi diario. Yo no cierro con llave la puerta de casa, al revés; soy de plantarme en la barra y hablar de mis cosas. Prefiero hablar mal de mí que de los demás. La política me harta y más aún la simplicidad con la que la toma la gente, del deporte poco discuto y menos con gente que no juega al fútbol, ni con sus hijos en el parque. De la vida, pocos hablan de la vida; ese accidente que nos ha tocado esquivar…

 

Mi blog, es mi diario, mi Vlog en youtube, también. Entre otras cosas hablo de mis hobbies, perdidos por el camino o no; hablo de mis preocupaciones, casi siempre fundamentadas… Hablo y bla, bla, bla y bla, bla, bla… Ahora me centro en mi lumbar porque ocupa el 200% de mi vida diaria, es lo que toca. Cuando se pase, que pronto lo hará, seguiré tratando temas más interesantes.

 

Las promesas que ponía al final del texto fechado a finales de 2019 se irán cumpliendo. Para los que me conocen de hace tiempo, cambié mi blog, necesitaba un giro positivo y creo que lo voy consiguiendo, a pesar de mis insufribles achaques físicos, que me mantienen en el dique seco para disfrutar de una vida en plenitud. Empecé Vlog en youtube, sin la más mínima pretensión. Tengo que decir que alivia mi soledad bastante y me gusta, porque de todo se aprende. Ya tengo hasta cabecera de introducción a mi canal, lo peto. Ayer, también tuve la suerte de empezar a colaborar en buenosrelatos.com. ¿Se puede pedir más?, pues claro; un poco de salud, no mucha, lo justo para llevar una vida recta y andar con paso firme hacia la catarata que nos lleve a descansar en paz con dignidad torera.

 

 

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