Esquivando el algoritmo


 

2021 06 14

Dicen que el mal también necesita descansar*, pero a mi ahora me dan sudores fríos y ganas de vomitar. La culpa es de un Samskara** que tengo desde antes de que me saliera barba.

 

Mis ganas de hacer fallar al algoritmo a base de creatividad en momentos de bajón físico, creo que me acerca a los temblores espontáneos que me dan. Un tipo que no critica a la UEFA por las imágenes agónicas de un ser humano luchando por su vida y sólo ve en el abrazo de la mujer de la Cruz Roja un anuncio de Coca-Cola; se lo tiene bien merecido.

 

El olvido cada vez tiene menor fecha de caducidad. Según la UEFA es hora y media, según mi memoria de pez eran dos minutos, ¿algo hemos avanzado? Perdón, no se debe mezclar lo individual con lo colectivo. Soy un retrasado.

 

La globalización me está matando, pero yo este fin de semana he disfrutado de nuevos escenarios (para hacer fallar el algoritmo). Ahora soy espectador de premios de literatura y carreras populares de la Policía Municipal de mi pueblo.

 

¡La hostia puta! Como me sigan el rastro, son la leche y se merecen un marco.

 

He hablado con familiares, políticos, borrachos, adinerados, proletarios, liberales, funcionarios, moderados, conservadores y jubilados; y con todos me he sentido de maravilla.

 

He leído poesía, ensayos y novelas. He visto fútbol, Cuarto Milenio y los Simpson; todo al mismo tiempo desde varias plataformas, entre las que no se encuentra la Nintendo.

 

Pero me sigue subiendo un malestar, un hormigueo que me atrofia el cuello y me estira de manera inusual el esternocleidomastoideo. ¿Será miedo al futuro o la realidad que me circunda? Yo por si acaso me voy a tomar un ibuprofeno con agua fresca de grifo y me voy a tumbar en la cama.

 

¿Leer tantos blogs y tuitearlos porque me parecen dramáticamente necesarios, puede ser el motivo de mis desgarros anales que me han hecho ir al aseo, hasta tres veces desde que abrí el ojo acompañado con un estudio de la estética según Platón?

 

No sé si la belleza y el arte van parejos o tomar cerveza blanca me ha afectado al cerebro intestinal; yo con la receta médica en la mano, me acuesto y sino me despierto, por lo menos que vean mi justificante médico.

 

¡Qué pocas ganas de comprar pomelos para desayunar! Aunque sé por descontado que eso haría petar al algoritmo, seguro.

 

 

* Lo dice el poeta José Eduardo Agualusa

** Rito de iniciación re masterizado a mi imagen y semejanza.



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