Inolvidable seducción
1994 03 21
Pienso en ti
inevitable seducción.
Pienso en ti,
creo en ti
inagotable corazón,
que te llevaste mi amor,
que cambiaste mi corazón
Pienso en ti
en tus noches de pasión,
en la esperanza del amor,
en mis noches de dolor,
en tus momentos de amor...
Pienso en ti
inigualable corazón,
inolvidable seducción.
2023 11 06
Siempre me ha gustado reverenciar lo
apócrifo, lo prohibido. Muchas veces la fe no se traduce en hechos. Seguro que
en aquella época no conocía las mieles del pecado, como ahora las conozco.
Ahora, hoy; recaigo en mi abatido sueño.
Volver a probar la miel. Ejercer de amante, con derecho a escribir todas las
tardes en tu espalda un acróstico, y volver a dejarnos disfrutar de la
necesaria soledad.
Leo en esta antología que sólo quiere
invitar a cerrarla, y escribir un poema; estos versos:
“Pero raza muerta los poetas:
no hay allí mayor virtud que la de aquel
que es feliz
contemplando aquello que ha
perdido,
no hay allí otra forma que no sea la del
círculo.” de Germán Gallo (pág. 36)
Googleo tu nombre - por invitación de Malén Denis -, y aparece
un vídeo en el que sales “declamando poemas”… Tengo el libro. Casualidades de
la vida, el que pasa las fotos en la pantalla de Pecha Kucha, es amigo
mío (un héroe), Dani ABC. Es amigo mío, porque tengo su teléfono y su mujer… En
fin, eso es otra historia, historia de héroes, que no me da para contar en una
estrofa… Merece un libro.
Van a ser las ocho y mi conclusión, porque
quiero concluir; es terminar los versos de Gallo, suprimiendo círculo y
escribiendo: ridículo.
La forma del ridículo también es circular,
pero creo que expresa mejor la idea de la perdición… que es ser poeta,
estancarse en esa profesión.
Por supuesto, la historia dicta otras
consignas. La historia hay que saber leerla.
Como quiero concluir, tengo médico y estoy
especialmente dolorido; concluyo. Los versos te llevan a donde quieres viajar.
Hoy el círculo se cierra en tu ropa interior.
Tan ridículo, como dramático. Ayer escuché
en Cuarto Milenio, que el libro de Wolfgang von Goethe, (Las penas del
joven Werther) empujó al suicidio a los jóvenes, y llegó a prohibirse por la
Iglesia en España...
En una posterior revisión, el propio autor
escribió en 1787, a modo de advertencia para el lector: "sé un hombre y no sigas mi
ejemplo"…
En fin, seguiré disfrutando de la poesía a
mi manera… Escribiendo acrósticos en tu espalda, tendida en mi sofá, sin el
cálido aroma de tu piel entregada. La poesía tiene esas cosas, se estanca en lo
perdido, y a la vez revive; haciendo del lodo un oasis necesario, delicado,
dulce… La poesía es ese retiro que debería ser receta para aliviar el destino.
Buen día…