Lames mi espalda

 


Lames mi espalda

con el carmín de tu deseo

mis poros se dilatan,

se contraen súbitamente mis músculos

y mí agarrotado cuerpo

se expande sereno

en una caída infinita hacia el vacío

de tus besos.

Rodeas mi pecho

y tu identidad queda marcada

en el rojo encarnizado de diez garras

de leona enfurecida,

drogodependiente de mi cuerpo

al que te aferras decidida

ahogándote enloquecida en su seno.

Penetras mi piel

y la noche la transformas…

… yace en silencio nuestro lecho.

 

               26-Noviembre-1996

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