Cruel sería para mí

 


1996 12 13


Cruel sería para mí

aferrarme a los recuerdos

y no vivir, ni sentir

las eternas aventuras

que comenzaron un día de abril

en una noche cerrada

con una vela encendida

que a lo lejos me gritaba;

¡Echa las riendas aquí!;

suplicando y tendiendo una tela

infranqueable

como si de allí no pudiese salir.

mas no fue una mala trampa

pues aún sigo envenenado,

atrapado, adormilado,

arropado en sus paredes…

Enamorado.

 

13 de diciembre de 1996

 

Entradas populares de este blog

Mil y una entradas

Una madre palestina

Reflexión sin pasión