Encontré una flor

 


1997 01 14

 

Encontré una flor

escondida en el desierto

de la boca de un lobo;

era blanca

como el algodón puro,

era suave

como la tez de un hada,

y brillante

como el sol de esta mañana.

 

Pensé en emigrar con ella

hasta otro mundo,

inaudito;

allá donde sólo yo

la admirase

luego pensé en ella,

me tumbé a su lado

y la amé;

mis párpados

se rindieron

y la amé.

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