Se cruzó en una ladera

 


Se cruzó en una ladera

Suave por la que paseábamos.

Mi amigo y yo

No sucumbimos

Ante aquel torbellino

Que sin quererlo

Se llevó lo que más queríamos.

¡No!

Seguimos andando

Un poco despeinados

Con la cara pálida

Y nuestro cuerpo encorvado.

El frío nos cubrió

El alma de hielo,

Secó las nubes

En nuestras manos.

Se cruzó en una ladera

Suave por la que paseábamos.

Mi a migo y yo

Sucumbimos en el acto.

           

 

17-Marzo-1997

 

            Fali

Entradas populares de este blog

Mil y una entradas

Una madre palestina

Reflexión sin pasión