Dejando atrás el sueño

 


1997 11 18

 

Dejando atrás el sueño
me desperté una aurora
con la niebla como almohada,
desperezando entre zarzas
y frutos secos podridos.
Apareciste allí, entre la niebla
acurrucada junto a la orilla
del turbulento río
que bajaba alborotando y
despertando a los vecinos
dejaste en mí huella,
pues hoy, después de días,
jornadas enteras; recuerdo
en mi agazapado refugio
un sutil susurro tuyo
junto a mi verbo.


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