Violento desierto

 


Es tan sutil tu voz

que a pesar del silencio

que cubre mi corazón,

no alcanzo a oírte

cuando gritas a mi lado.

 

En el desierto más violento,

turba mi alma pálida;

por separarse tanto

            de tu dulzura.

 

Pero siempre me quedará su eco

para perderme soñando

en ti, cogidos de la mano

escapando de la horrorosa

sombra errante que todo lo oscurece.

 

 

                                               9-Noviembre-1998

Entradas populares de este blog

Mil y una entradas

Una madre palestina

Reflexión sin pasión