Hay un paraíso en cada piel
2011 07 04
Hay un paraíso en cada piel
y encontré en el fango
un cuerpo desnudo y virgen
que me ha hecho palidecer.
Un pedacito de cielo
en el rincón más insólito,
en el infierno más caótico…
justo en el momento más inoportuno.
No debió aparecer
¿por qué las flores crecen
en medio de estercoleros?
¿por qué no ceja la belleza
de perseguirme?
Ya me acostumbré a la oscuridad;
cualquier pequeña luz
atrofia mi vista,
pero el resplandor del sol
quemó mis pupilas
y de esta ceguera
quisiera salir vivo…
aunque sea entre tinieblas.
Prefiero la tempestad
que una falsa calma;
repentina, inesperada…
¡Perenne Hades!
¡Quema el Paraíso
tatuado en mi piel…
por su piel!