Leí Alberto Giacometti iba
2011 09 21
Leí: "Alberto (Giacometti) iba a pasar pronto varios meses frente
a un cráneo, intentando con gran empeño pintarlo, para concluir que la labor
era imposible (...) Pero sólo tenía ojos para un más allá de esta apariencia.
Percibía, aunque aun confusamente, una especie de acontecimiento en el objeto
visto (...) y tal acontecimiento, tal enigma, consistía en que el cráneo
estuviera allí, frente a él, cuando podría no haber estado; en definitiva, el
propio hecho de existir, en lugar de no existir. Giacometti no veía entonces
formas, sino una presencia" (1927-1928).
Esculturas planas: quería "reconstruir sólo mediante la
memoria"
Yves Bonnefoy Alberto Giacometti, H.
Hliczkowski. Colección Memoria
No tiene nada
que ver, pero me sorprendió una máxima de mi madre el otro día; hablando del
curre, de las horas sin pagar, de la falta de trabajo en general; vamos, ¡¡de
la crisis!! El caso es que ella me soltó: "a otros les tocó la guerra, la
posguerra y ahora os toca esto".
Ni A. Pérez
Reverte lo dice tan claro y suena tan verdadero. Todos buscan un por qué, una
causa y va mi madre y obtiene la más pausada de las reflexiones. Quizás sin más
lógica que lo vivido, sin más razón que su pausado día a día; pero con una
aplastante veracidad. Algo así como el que dice: ""es lo que
hay", pero de un modo más didáctico, más filosófico. Algo así como los causa y efecto o los silogismos...
Engrandece
tener a alguien así cerca, aunque no hable demasiado con ella, aunque
discutamos casi siempre... da que pensar, aporta y endurece rabiosamente mi
alma un pelín descentrada en otros menesteres menos razonables, ilógicos... que
buscan cada día escapar de "esto es lo que hay"; por buscar otra
manera, que nada tiene que ver con lo vivido hasta ahora, ni con el 15M, ni con el movimiento a
favor de Palestina, ni con
el Comercio Justo, ni Greenpeace, ni Unicef, ni Amnistía Internacional...
Buscar algo
nuevo, inexplicable... es difícil sin sufrir el aturdimiento, el cansancio y la
sed en un mundo que sólo deja oasis donde reconfortarte, o ni si quiera eso;
sino más bien pequeñas alucinaciones que aturden aún más un lucimiento tan
breve como efímero y pasajero.
Sólo nos queda
librar la batalla, la guerra ya está perdida de antemano. Pero con la intención
se puede llevar una vida en plenitud, aunque el fin no se vea nunca.
Volviendo a
Giacometti... reconstruir sólo mediante la memoria que dijo él, va a ser
difícil... mejor construir mediante los sueños...