No merezco ni un hasta luego

 


2011 12 26

 

No merezco ni un hasta luego,

no merezco el plato que alimenta,

ni el techo que cobija,

y menos, lo más preciado...

                                         tu tiempo.

 

Quizás sólo sea un aviso

          gritándome al oído.

¡Quédate allá lejos!

 

Es pronto para enterrarte en vida,

aún subes a los tejados como un gato,

aún tienes uñas para arañar las tejas,

aún tienes lengua con la que acariciar

y tu piel es suave para dejarte amar...

 

¡Lo peor es que no merezco

   ni siquiera subir a los tejados!

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