Límite

 


29-01-2012

Pax Hotel. Hasselt.

            Parece que quiera estar solo, pero no es así. Quiero poder elegir con quien estoy. Compartir mi vida con mis compañeros de trabajo es enriquecedor, pero tiene su límite. Nadie comparte más allá de unos parámetros y yo, ya les he sobrepasado de largo.

            Quiero mi espacio, necesito mi espacio y lo voy a encontrar. Estar en Bélgica no ayuda a encontrarlo, pero tampoco resta. Sería una excusa barata por mi parte escudarme en que ya tengo bastante con compartir habitación de hotel y furgoneta para no tener tiempo para mí y los míos (los míos, de verdad).

            Ayer hablé con Diana (siciliana) más de tres horas por videollamada, un buen café en la terraza del cuarto de baño de la habitación 51 de Parkhotel. Es verdad, que querría hacer lo mismo con mi hermana, con Chuchi, con Diego… quizás con alguna princesa… pero eso es ahora lo de menos. Por ahora me basta.

            Ya he pagado el desayuno, así que me voy a mi habitación compartida, a compartirla con tod@s. Es una buena manera de pasar la mañana. Quizás llame a Chuchi… (quiero saber de la Reina) …

Entradas populares de este blog

Una madre palestina

Mil y una entradas

Reflexión sin pasión