Al amanecer

 


2012 06 06

 

Al amanecer

se disipó el cansancio.

 

Con una sonrisa “de orejas”

el Guadalquivir

acunó tu ausencia

y con el beneplácito

de la Maestranza

desencadené del regazo del alma

un poquito de poesía…

 

Esa que acurrada,

en la sombra del olvido;

festeja ahora tu presencia

-como esa tarta de boda

que celebra compartirse

con buenos amigos…

y que nos encontró-

 

¡Bendito sacramento del amor!

 

              

               Sevilla. Raquel Terroba.

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