No puedo más que desear
2014
12 04
No
puedo más que desear
el sinuoso roce de tu piel
sin que me arda el deseo.
No
desear nada para no sufrir.
Habitar
en el país de nunca
y olvidarme del jamás.
Abrazar lo que mis brazos alcanzan
y no abarcar ni querer más.
Veía…
y veo el deseo,
como una enfermedad
tan difícil de curar
como evitar que el humo del cigarro
impregne en mi ropa recién lavada.
Una
debilidad incurable…
...por
tu seda resbalando por mi piel,
el pecado circundando mis sentidos
envenenó un paraje opiáceo
donde habitaba sereno…
...y
ahora, estoy perdido.
Cambié
adormidera por seda,
pisar en voz baja
por los gritos de tu piel…
Y me
perdí.