KM4
2015 10 05
...una manera como otra cualquiera de borrar las huellas que
me zancadillean día tras día...
Mis propias huellas.
Pero mis actos no van más allá... toso mientras recupero mi
ritmo cardíaco normal. Después de toser, me siento y fumo... uno tras otro,
intentando apartar de mi lo que en breves momentos me va a ocurrir.
(Pienso que quizás compensando mi tatuaje con su espejo en
el lado derecho... pero no...)
Luego aparece. Un puto descontrol comienza otra vez a
enturbiarme. Con lo que he disfrutado corriendo por la arena, porqué aparece
ahora. Nunca se fue, nunca se ha ido. Me queman las plantas de los pies por no
querer olvidar las palabras que dijo.
Creo que es lo segundo más bonito que me ha dicho en su vida
(conmigo). No aguanta el kilómetro 4, aunque al momento dijo algo de aceptar
las ofertas de sus múltiples pretendientes... Si no lo hace revienta...
Y se me enquista en la piel y me hace llagas y yo lo
permito, porque si no no correría una hora pegado a la playa buscándola, con la
certeza de no encontrarla y a la vez, la esperanza pagana en que ese kilómetro
se nos tatúe a los dos en la planta del pie... sin hacer daño; pretendiendo
como mucho una fascitis plantar que nos ayude a correr más rápido por cambiar
nuestra forma de pisar.
A lo que iba... tres de estas carreras a la semana y la
Behobia me la hago a pata coja...