Cumple corona
2020 04 08
Una serendipia es
un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce
de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa
distinta.
La resiliencia es la
capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones
adversas.
Entre estas dos palabras muy en boca de todos en estos
tiempos en que mantener la sonrisa tras una mascarilla y hacerla notar con la
mirada o con los gestos enfundados en guantes para fregar es el mayor reto de
todo ciudadano de a pie. Prefiero serendipia.
Aunque lo de ayer por mi cumpleaños tiene otra palabra:
reafirmación.
Os quiero y siento no poder daros un abrazo, desde Gaspar
hasta Sonia, desde Reyes hasta Tais, desde Pirri hasta Germán.
El bofetón que nos está dando la vida, con la separación
abrupta y repentina de unas calles ardientes como el calor de esos cuerpos que
ahora no queremos que pasen la cifra de 36 y medio (no queremos tener fiebre);
nos ha hecho poner a cero nuestras expectativas.
La búsqueda del otro y el descubrimiento de uno mismo en
largas horas de silencio nos hacen valorar e incluso hallar valiosas muestras
de afecto inesperado. Los gritos apasionados de la vecina del primero, de unos
dos años y medio al ver el arcoiris en un cielo gris, nublado y triste, fue mi
mayor regalo ayer.
Os agradezco el detalle de acordaros de un pobre diablo en
su 43 cumpleaños. Es de festejar que a los pecadores se nos confine entre
cuatro paredes. Os recuerdo que no hay iglesia o servicio social que me
domestique y cuando se relaje el santo patrón y tenga el más mínimo resquicio
para escapar, delinquiré y volveré a pecar. Es evidente, tras las muestras de
cariño; que añoráis el pecado y al pecador. Está escrito que volveremos a
abrazarnos y sino ya lo escribo yo.