Loto Verde

 


2021 02 07

 

Ahora que lo pienso, menudo domingo que hemos tenido, mi soledad y yo.

 

He hurgado en la evasión fiscal en mi querido país. He salido a correr por primera en este año. No he tenido malas sensaciones, no he ido rápido pero casi diez kilómetros con la aparición del dolor en mi zona izquierda (talón, gemelo, soleo), únicamente en el casi, es decir al terminar. ¡Ni tan mal!Qué dice Míriam, que con dolor se para y yo la hago mucho caso a este chavala; y me paro.

 

Comida fácil y a la cama. Dos horazas, sin previo aviso ni nada. Como un rey me he levantado.

 

Así que hemos ganado a Portugal en los campos de Moncloa en el europeo de rugby… ¡De largo! Me he sentido uno más del 15 de la selección, sólo me ha faltado el abrigo largo sentado en el sofá.

 

Luego otro capítulo de mi novela con un poco de picardía entre Victor y Lucía, mis dos protagonistas (acepto cambio de nombres, sugerencias)… Incluso me he excitado un poco y he acudido a mi refugio un rato (una buena amiga con derecho) esto de la pandemia va a acabar conmigo, te lo digo yo y la dirección general de tráfico

 

Siempre me llega el boletín informativo de esta página, y hoy lo he mirado. Me ha sorprendido éste: https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/32069-xii-concurso-de-escritura-expres-ayuntamiento-de-san-fernando-de-henares-espana Escritura Exprés. Me gusta, además en las fechas de mi cumpleaños. Me parece interesante; como master chef pero con más miga (con sarcasmo, evidentemente).

 

Y para culminar, hace un rato, una vieja amiga en directo en instagram hablando con otra profesional de la autoestima y la responsabilidad en los cambios. Como nos conocemos desde hace tiempo, yo escribo algo y siempre me responde, mola, me siento importante.

 

Y hablando de ella, de las emprendedoras como ella. Yo sería incapaz, primero no estoy formado en nada. No soy especialista en nada y eso anula cualquier remota posibilidad. Pero aún así, la admiro. Me parece una osadía emprender, desde una panadería de barrio hasta esto que hace ella.

 

Perdona Irene pero soy un ignorante sobre el tema y no quiero definir tu proyecto con una sola palabra.

 

Repartir energía reiki, es lo que entiendo yo que haces, a duras penas. Fíjate tú si soy de pueblo. Pero escucharla sienta bien, eso es un hecho; en el blog explica más sus terapias. Yo tengo que reconocer que soy muy escéptico en estos temas, pero el hecho de conocer un poco a la persona (como es el caso) que lo imparte, ayuda a eliminar prejuicios de un iletrado en esos temas.

 

Hace años (muchos años) yo era más espiritista, ojo a la palabreja. No me refiero a hablar con espíritus de muertos, me refiero a más místico, más, yo que sé, de otra manera. Pero al final me pudo la realidad. Me invadió sería la palabra. ¿Qué se yo? No me voy a poner aquí a desnudarme, no es ese el asunto. Me atraía lo místico y ahora no, pero sí.

 

Entiendo que esta vida no puede ser tan mierda como ir al trabajo, dormir y tener cuatro aficiones compartidas o en solitario. Siempre he creído en el cambio. De hecho, he cambiado mucho: de trabajo, de equipo de baloncesto, de pareja, de comida favorita… Ya no es creer en el cambio, sino en un cambio contrario al que se viene dando en este mundo globalizado.

 

Adoro poder conocer Japón sin levantar mi mirada del ordenador. Adoro poder interactuar, como esta tarde con Irene desde mi cómodo salón. Pero odio muchas otras cosas que hacen de ella (la globalización) una lacra y lo peor, es que afectan demasiado a esas cuatro aficiones, al trabajo e incluso a veces nos quitan el sueño.

 

Irene y otras, ayudan a cambiar algo, que yo no me atrevo. Hoy en la charla que a tenido me han venido a la cabeza, compañeros odiosos del trabajo, psicólogos patosos y más cosillas, pero cuando ha acabado me he acordado de cuando leía cosas como las Nueve revelaciones, le tengo que tener por algún lado. Seguro que Irene se lo ha leído y sino, se lo presto este verano, si lo encuentro.

 

 

No le he encontrado, pero sabía de su continuación. Es la foto de cabecera. Ya guardaba notas entonces, muchas las he perdido con los años. Pero siempre ha estado esa búsqueda de algo diferente a lo que nos venden.

 

Antaño no era tan descarado, no había móviles e internet estaba comenzando. Pero ahora es un troleo constante.

 

Encontrar un poco de paz entre tanta vorágine es muy sano. Irene, creo que lo es. Y volviendo a su mundo, el Reiki, el Yoga… Sigo pensando que hay mucho mangante, pero como en todo. No hay muchas Go Miriams, no hay muchos Sergios Turulles, Javieres Santaolallas o Quantum Fractur; en definitiva no hay mucha gente: honesta, emprendedora y profesional.

 

Que sí que la habrá, pero yo no la conozco. Hablo de lo que sé y poco. Yo desde el corazón, os invito a pasaros por su blog, su instagram y probarlo.

 

A mi para culminar otro domingo enclaustrado, me ha sentado de maravilla. Al final va a ser verdad que un domingo de estos panda, llego al Nirvana y os cagáis… flipamos todos.

Entradas populares de este blog

Mil y una entradas

Una madre palestina

Reflexión sin pasión