Llorar es sano

 


2022 01 04

 

¡Qué jartada a llorar! Termino sonriendo y vuelve a caer el lagrimón por mis mejillas… Es lo más bonito que me ha pasado siempre…

Como cuando me iba del pueblo, cualquier lunes de Julio… Tragándome los mocos y sin hablar con mis padres que eran los enemigos que me alejaban de mis amigos…

A lo mejor, ese verano pasó el cometa Halley y no le vi. Sólo tenía ojos para ellos.

Ahora si pasara, ocurriría lo mismo… Pero contigo, lo otro lo sigo teniendo.

Me enojo conmigo mismo como con todo lo que amamos con cierto egoísmo…

No solo eres Musa… ¡La he cagado! Sophia es una baratija al lado de Cristina.

¿Por qué no enseñan a superar esto en las escuelas? Me tiembla el dedo en el teclado y me ahogo con los mocos… Ya no bebo, es una pena.

Hoy no vayas al gimnasio, coge el tren y vente, abrázame y dime: espera.

No me apetece, nunca he podido. Soy más caprichoso que tú.

Si hicieras eso esperaba, corría, saltaba y te escribía en el patio de un poema…

¡Vaya tela! Un fontanero de guarda cuesta mucho dinero, ¡vente, me abrazas y te vuelves en el siguiente tren bala, si quieres!

Sin ducharme aún, después del gimnasio… ¡Qué desastre!

Igual era por que veía venir el llanto…

Bueno, se acaba de despertar mi primo y me acaba de hacer otro regalo… Voy a hacer un esfuerzo y respirar hondo… No se puedo imaginar lo que he llorado…

¡Mecagoenmiputavida!

Gracias por hacerme reincidir en el amor… Hacía demasiado tiempo, espero que después de Reyes pueda jugar al baloncesto con mi prima y me salve…

María, te necesito más que nada en el mundo…

 

 

Entradas populares de este blog

Mil y una entradas

Una madre palestina

Reflexión sin pasión