¡Todo un dilema!

 


2022 01 22

 

Ha sido un día maravilloso, si tengo en cuenta con la gente que he andado… Han tocado niñas: Didi, Alba y María. Las tres locas de atar. Me ha dado tiempo por la mañana, después de un breve paso por el gimnasio para reorganizar mi casa, ya que ayer, al escribir, abrí un cuarto nuevo y no era mi intención. He limpiado y he reubicado casi todo menos los baños y la cocina…

Pero he tenido un recordatorio, una llamada de atención, un halago y, por otra parte, algo raro.

Alguien se ha acercado a mí y me ha preguntado por un artículo de mi blog. Uno que es corta y pega y que me pilla muy lejano por dos razones: su propia naturaleza y mi escasa formación. Encima ha mencionado a un filósofo de nuestro tiempo como es Ernesto Castro.

Son temas que me interesan, filosofía, geopolítica, filosofía del poder… Yo lo resumo todo y se lo he mencionado hoy a mi hermana y su pareja, y cada ve estoy más convencido de ello. ¡La culpa es de Platón y su Dialéctica!

“La dialéctica es una técnica argumentativa por la que se busca la verdad a través de la manifestación de las contradicciones en los argumentos expuestos por el adversario. Etimológicamente la palabra proviene del griego dialectikós, y se traduce por conversación.”

Economipedia https://economipedia.com/definiciones/dialectica.html

No lo he hecho adrede, pero la cita, de dónde viene, me viene magníficamente para explicar el porqué de mi afirmación.

El arte de la conversación lleva al que la domina a dominar al ignorante (con argumentos contradictorios). El mito de la caverna es su escenario. Los que sólo ven sombras y escuchan las definiciones que otros transmiten de esas sombras, afirman categóricamente las definiciones de estos por embriaguez (siendo poéticos).

Esos otros son los que han alcanzado el mundo de las Ideas y pueden dominar a los que estamos en la caverna. La solución, antes era más fácil: No encender la tele.

Ahora es más complicado. Apagar el smartphone te incomunica, porque como dice mi hermana, estamos en un mundo globalizado… Yo por supuesto, no estoy de acuerdo con Platón, ni siquiera con mi hermana…

El mundo se ha basado en una idea filosófica idealista y errónea y la ha manipulado monopolizando la conversación y haciendo creer al que la contradice, y se contradice por tener un teléfono móvil y usar Internet para mostrar sus argumentos, que está totalmente equivocado.

Si aún así, sigues contradiciendo el monólogo que han creado, te etiquetan de… Lo que sea, desde nazi, a rojo, pasando por trapero, negacionista o ateo… Da igual, el caso es publicitarlo, es decir; hacer ver a los demás que tú (como contradictor) estás equivocado… y ahí se acaba la conversación y retumba el monólogo propagandista…

Da igual las derechas, las izquierdas… No es política, es poder. Antes querían petróleo, ahora quieren Facebook y Google. Las fakenews que salen en los mass media subcontratados por cinco monopolios, son contrastadas por otras subcontratas creadas por los mismos monopolios… Y siempre gana la banca.

No voy a poner ejemplos, es abrir los ojos. Nos enseñan un caramelo, luego te dicen que es malo, sacan otro sugus, dicen que es lo mejor para contrarrestar al caramelo, pero también provoca malestar y entonces ganan las farmacéuticas que son las que dieron el aprobado para que el caramelo y el sugus salieran a la venta.

No voy a hablar del covid porque es evidente que los elegidos para hablar no son los mejores (hablo de un tal presidente de la OMS), pero a lo que voy, que mañana tengo que madrugar para animar a mis chavales de baloncesto prontito y me duele un montón la espalda.

Todo es un timo. Esa persona que se ha puesto en contacto conmigo hoy, quiero que sepa que estoy muy agradecido y me siento alagado. Quiero que sepa también que no soy nadie y como tal, no puedo ayudar a cambiar este mundo dialéctico por un mundo más mejor, como diría uno de mi pueblo.

No soy aristotélico, pero me gusta aquella frase que dijo: “Platón es mi amigo, pero más amiga es la verdad.”; a la que Newton replicó unos siglos después: “Platón es mi amigo, Aristóteles es mi amigo, pero mi mejor amiga es la verdad.”; y un tal Antonio Porchia replicó casi en nuestra contemporaneidad: “La verdad tiene muy pocos amigos y los muy pocos amigos que tiene son suicidas.”

El caso es que hasta aquí puedo llegar con ese tema que me has recordado, amigo Pablo… Nos interesan y nos desvelan los mismos temas, pero el entramado de unos pocos (cinco) ahoga al resto del mundo, entre ellos a mí. Mi visión particular: si tuviera dos vacas, dos cabras y dos ovejas con una hectárea de tierra fértil me retiraría allí. Está todo perdido, por eso ellos se quieren ir a Marte, la tercera guerra mundial, está tardando. Querría decir: ¡Ojalá la sufra o la vea! Pero no puedo, tengo a tres niñas que quiero ver crecer, quiero ver como se adaptan y aprender de ellas… Entre otras muchas cosas bellas que hay más allá de la caverna y de las ideas que nos quieren imponer…

Por eso les contradigo y me contradigo… ¡Todo un dilema! 

 

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