Filostrato en Cartas de amor
2024 01 21
Leyendo sin leer a Filostrato, intento adjudicarme un espacio en
tu domingo. La cocina no ha resultado, los fogones han enmudecido y el coraje
de poetas y bardos me ha distraído el pensamiento.
Mas tu pelo en llamas acribilla mi garganta de rabia… Rabia por
seguir lejos una noche más…
Ya lo dice en su carta 43:
“Más sensato es perseverar cuando se ama que no haber amado”, lo
compara con los heridos en la guerra. Yo, siendo pacifista, y otorgando a mis
heridas un valor escaso, apaciguo tu recuerdo con cartas de amor del siglo
primero…
Todo es válido para pasar el domingo atareado… Desde hacer
croquetas, escribir un poema para un concurso, leer clásicos. Tengo que
desfogar por algún lado los kilómetros que no hago, las pesas que no levanto,
los saltos que no pego…
Me siento como el Almería hoy contra el Madrid… Hay cosas que
están fuera de mi alcance. ¿Miraste lo que te mandé?
Molaría ir a una de tus clases y acabar extenuado… Sólo de
pensarlo, sudo, me tiemblan las canillas, y “rezo” para que se así pronto.
Porque motivas, ya lo creo que motivas. No sólo de pan vive el hombre; también
sirves para recuperar mi antiguo cuerpo.
Si me tiro al suelo, me monto en la bici o levanto las piernas con
el ombligo apretado en mi escritorio; es por “merecer la pena” que, en mi caso,
mi cuerpo es el espejo del alma… El tuyo es una catedral gótica estilizada para
que me entiendas; yo ahora soy de estilo románico… me falta el greco delante,
para seguir leyendo a Filostrato y meterme en sus personajes.
Como ves, el duelo era necesario, familia, un poco de silencio y
la idea clara de seguir con los mismos planes. Todo sigue, y yo igual de
estúpido, pero centrado.
Como tú, el día que quieras cambiar de coreografía, cuenta
conmigo, y nos reímos un rato.
Con gusto me acercaba a bailar contigo, de fondo Iker Jiménez, y
de postre Aquaman…