¡Hemos roto un tablero

 


2024 01 30

¡Hemos roto un tablero de baloncesto! Ha sido en las pequeñas, pero algo es algo…

El ímpetu se me desborda por la machada de Reche. Él se ha ido con un tajazo en el interior del muslo derecho, pero contento. Avisadas las autoridades competentes, esperemos que todo quede en una anécdota…

En la pasión de imitar a los grandes, en lo patosos que somos emulando a los buenos…

Me encanta este deporte, soluciona más almas que pastillas, psicólogos y terapeutas de toda índole.

Acusadme de idolatrar una pelota, doce personas, un rectángulo de juego, veinte tobillos torcidos, trece esguinces de rodilla, treinta puntos en un partido, cuatro step back a lo Kobe, catorce cruces entre las piernas, dos pases de contraataque, una defensa en zona fulera…

Ahora mismo estoy en el peor equipo de Valladolid, provincia… y me lo sigo pasando igual de bien que cuando jugaba en Eba o en primera nacional…

Quien juega a este deporte, con un litro de sangre en las venas, puede tocar el cielo al entrar un minuto en la cancha.

No quiero hablar más, que tengo que cenar, ducharme y madrugar mañana… Para todo lo demás, romped un tablero de baloncesto, o intentadlo por lo menos…

Luego, bajad al suelo y contadlo… Es un gustazo…

 

 

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