Have no self

 


2024 03 30

 

“Better to write for yourself and have no public than to write for the public and have no self”, Cyril Connolly.

es decir: “Es mejor escribir para uno mismo y no tener público que escribir para el público y no tener uno mismo”, Cyril Connolly.

Una mujer que se apropia de esta frase, o de esta: “Cada cual imagina a su modo el Paraíso; yo, desde la niñez lo he concebido como una biblioteca”, de Jorge Luis Borgues. Es una mujer para tener en cuenta.

Si además tiene ese aire tan elegante, a lo Audrey Kathleen Ruston, más conocida artísticamente como Audrey Hepburn… La baba inunda un piso de Santovenia en plena sequía del continente. Nueva cura para la sequía (esta solución, nunca se ha propuesto en las Naciones Unidas).

Noticia: Se soluciona el cambio climático babeando ante personajes antológicos y obras de arte sublimes. Lecturas en voz alta de algunos clásicos, son el pistoletazo de esta nueva energía alternativa gratuita y agradable para el que la proporciona.

"Tu hogar no es donde naciste, el hogar es donde todos tus intentos de escapar cesan". Naguib Mahfouz

Creo que era vasca de nacimiento, o por lo menos, de madre vasca. Su padre, tocayo mío.

Pero a la frase de N. Mahfouz, ¿qué decir? Villamayor de Campos a tiempo completo si al adobe le acompaña la lumbre, a cuentagotas si hay goteras. Siempre cuando uno se aleja, presente en la trasfusión sanguínea del donante de sangre.

Leo un artículo de Santiago Galicia titulado: ¿Tan poco vale el arte de las letras? Contempla el mercado que entrona al vago, al buscador de tesoros monetarios, al hámster que se siente libre en la rueda del neoliberalismo, al que quiere premios sin mérito y sacrificio…

Mi libro

Intuyo que todos hemos caído algún día en el tormento. No por egoísmo de un público enfermizo adulando nuestros versos prosaicos, sino por aquella libertad que silenciamos inmersos en la boca del lobo que nos hace pasar ocho horas en un parvulario; cuando en realidad, nuestro hogar es una mesa, un portátil rodeado de libros, la brisa que entra por la ventana y un café que nos haga levantarnos para seguir adoleciendo ser humanos, finitos, débiles, escatológicos…

El mercado nos engulle. Como se intuye en el subtítulo de Zizek, las enjutas económico-filosóficas nos precipitan al abismo del premio barato, para seguir soñando en vida con el arte de las letras a nuestro lado.

Mi libro: Ensayo de recuerdos

Lo dice un lector pausado, distraído, analfabeto e iletrado. Lo dice en silencio, desde su mesa, tecleando un portátil rodeado de libros, con la ventana abierta (buscando el resfriado), con su taza de café vacía, con posos, sin profecías…

La música de fondo es lenta, el recuerdo una montaña rusa que descentra el objetivo final. No sé si preparar las botas de trabajo para la madrugada del lunes, o ponerme a investigar para mi siguiente libro…

Mejor seguiré leyendo, aquí y allá; sin rumbo fijo, pero con un hogar. También tengo que acondicionar aquello, los libros se pueden pudrir rodeados de adobe húmedo. Mejor dejo preparado el uniforme para el lunes; ahorrar es lo más conveniente para resguardar mi biblioteca de un suicidio de letras sin nota de despedida. Ya he tenido algún descuido que lo demuestra, no quiere ser cómplice de homicidio involuntario de la hoguera de mi hogar.

Sin más, un aplauso a la elegancia cautivadora de mi Audrey Hepburn, sin ella me habría enamorado de cualquiera; desde ella, todo son libros autopublicados de poetas con más o menos riego sanguíneo…

 

 

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