Clausurado
2024 04 06
Hoy me he levantado con una mala noticia y mucho
viento. Ha entrado por las ventanas abiertas arrasando con estatuas ecuestres,
platillos volantes y demostrando que la gravedad tiene un sentido… hacia abajo,
que no dicen los físicos.
La gravedad de los acontecimientos es inversamente
proporcional al interés de la humanidad por ellos. Ayer hablaba en mi canal de
YouTube (hoy tristemente clausurado por derechos de copyright, seguramente, de
manera razonable) con 77 suscripciones y 39 comentarios; sobre el problema de
los Tres Cuerpos (defendiendo la versión China a la de Netflix).
Allí mezclaba churras con merinas. Desde el
cientifismo imperante en la sociedad, hasta el pienso para los animales,
pasando por la fantasía de la comunicación sin diccionarios…
Todo iba bien, todo es global, todo se debe a la
globalización. Mis comentarios y la clausura del canal.
Si hablamos de progreso, lo hablamos para todos,
desde Finlandia hasta Senegal, pasando por Perú y arrasando Estados Unidos y
China. Lo global, una plataforma lo hace occidental, europeo… y pierde la
esencia del contexto.
¿Lo mismo pasó con Platón? ¿Por qué escuchó a
Sócrates y no a Abdul Ahmad o a Xia Li? ¿El lenguaje es tan exclusivo? ¿La
torre de Babel hizo tanto mal como ahora lo hacen los medios de comunicación?
¿Nos adormecieron con patrañas seudo-liberales para
no afrontar el problema del lenguaje como aventura indomable, partido perdido,
defensa inquebrantable o fracaso primero de la humanidad?
Igual las imposiciones del lenguaje son la
verdadera constitución de nuestra mentira. La ley primera, la palabra, el
verbo… Me suena a religión, igual estoy dando en el clavo.
Hacer de un canal de YouTube una recopilación de
pasos errantes por la vida, está penado por derechos de copyright. Dejar una
muestra, a modo de diario; de mis reflexiones por ver un documental, alguna
película sin taquilla, asomarme al mundo de las letras leyendo en voz alta para
que de ahí te acerques al original… es pecado, en todos los idiomas. Y eso no
me parece mal, si yo obtuviera por ello beneficios, pero mi canal no tenía ese
propósito monetario.
Sólo, como mi blog, tiene un valor a modo de
diario.
La memoria es fallida. Los versos vuelan como se
vuelan dibujos de una época en la que no quería pensar y dibujaba símbolos de
un inconsciente. Dibujar era mi diario, mis obsesiones ocultas se veían
reflejadas en acrílicos dispersos, en bocetos coloreados con trazos analfabetos
de pinceles baratos…
Acudo al folio en blanco para eso, como vía de
escape de un subconsciente embotado.
Si pudiese ver una película y dormirme mientras la
veo. Si pudiese ver una serie y describirla como entretenida o divertida… ¡No
puedo!
Este fin de semana se juega la Copa del Rey y se
para la Liga. Ojalá yo pudiera hacer eso. Parar todo y disfrutar de una final,
con o sin premio…
Me levanto un sábado, antes de las seis de la
mañana, con una esquina del salón desordenada, mi canal de YouTube cerrado, y
sigo pensando si soy apto o no apto para seguir adelante con mi vida.
La duda me asalta, la burocracia no ayuda. Salir a
desayunar con la familia, un vermú con los amigos y a reciclar mi Triste Legado
en alguna plataforma, acortando mis ambiciones, que de por sí son pocas…
Hablando más bajito, para dejar algo como legado,
una semilla, que en nada se parece a un hijo, pero que comparte mi ADN.
De momento me vuelvo a la cama, sin cerrar las
ventanas. El paisaje de mi salón, me resulta bonito.